1.- No estás estancado: si tu trabajo no es una rutina monótona, sino que te permite seguir creciendo y desarrollando tus talentos dentro de la empresa, es un punto a su favor. Tener la oportunidad de ascender te da una motivación para seguir esforzándote y dar lo mejor de ti cada día.
2.- El sueldo es suficiente: si le preguntas a personas en la calle si están de acuerdo con el salario que reciben en sus trabajos o si creen que merecen más, la mayoría te dirá que preferiría que el sueldo fuera mayor.
El asunto es que existen trabajos que te aportan mucho más que solamente dinero -que es un aspecto fundamental, porque nadie trabaja de gratis- y a veces esos otros elementos tienen más peso que el económico. Aun así, es importante que el dinero que percibas te alcance para cubrir tus necesidades básicas, al menos.
3.- Tus opiniones son escuchadas: esto es importante ya que si hay una dictadura donde no tienes oportunidad de desarrollar tu propio criterio, estarás desperdiciando una parte muy importante de ti. Si a pesar de todo lo que no te gusta de tu trabajo, en él escuchan tus opiniones y son tomadas en cuenta, hay esperanza de que las cosas puedan mejorar si pones de tu parte, lo que es un punto a favor.