Una vez que ya sepas cuáles son tus zonas más sensibles, deberías contarle a tu pareja y que él haga la misma exploración.
También es importante que conozcas los genitales de tu pareja (por muy incómodo que suene).
La corona del glande, el glande y el frenillo son las zonas con mayor sensibilidad del pene, pero nunca está demás que él mismo te ayude a distinguir sus partes y te diga cómo le gustan más las caricias.
No dejes de un lado a los testículos, muchas mujeres se olvidan de ellos sin saber que al estimularlos, su pareja podría sentir mucho placer.
El punto G femenino: éste se encuentra a tres centímetros de la entrada de la vagina, en la parte superior.
Para alcanzar el orgasmo es necesario ejercer presión en esta zona con los dedos o bien sea, con el pene. Será necesario que empleen posturas específicas, para lograr el contacto.