Uno de los aspectos más importantes para quienes realizan yoga, no radica tanto en lo que se come, sino cómo se come: “Nuestro ritmo de vida diario permite a pocas personas cumplir estos preceptos al pie de la letra, pues es complicado comer despacio, llevar poca cantidad con el tenedor a la boca y masticar más de 25 veces, pero más allá de que sea importante para los amantes del yoga, es primordial para todo el mundo en general, ya que se trata de pautas que abogan por un buen estado de salud integral, al margen de otros condicionantes” – comenta David Monzón, uno de los propietarios de Bendita Locura Coffee & Dreams.
Cenar como un yogui
Aunque el desayuno y la comida resultan fundamentales para la practica del yoga, siendo menos relevante la cena, es por ello por lo que cabe hacer un mayor hincapié en lo que se podría comer a esta hora, ya que hay menos documentación sobre el tema. Sin duda, se recomienda no hacerlo en exceso y a una hora temprana, tipo 8 o 9 de la noche si nos fuera posible, manera de no llegar pesados a la cama o con la digestión sin terminar. Dejando la fruta descartada por posibles fermentaciones durante la noche, lo mejor es optar por proteína acompañada de verduras, hortalizas o algún cereal de bajo índice glucémico. Diana González, apunta sin dudarlo por cremas tibias y saludables que alimentan e hidratan aportando un chute extra de vitaminas: “Nuestras cremas de remolacha, coliflor y brócoli o champiñones y setas, son un seguro de salud y relax gracias a la fibra, vitaminas y minerales que poseen.