Sino de entender y de poner en práctica el dicho “de la moda, lo que te acomoda”. Recuerda que vestir es transmitir tu identidad y hacerla reconocible sin necesidad recurrir a las palabras.
3. Arriésgate
La moda no hay que tomársela tan en serio porque las reglas cambian. Y suelen reinventarse con la misma rapidez con la que te cambias una camiseta.
Así que siempre es un buen momento para dejar fluir la creatividad y así probar algo nuevo. ¿Un color demasiado vibrante? ¿Un estampado psicodélico? ¿Una mezcla de estilos? ¿Un accesorio inusual? ¡Adelante!
4. Compórtate
No sólo nos referimos a seguir el buen vestir para cada ocasión. Y de mostrar un comportamiento adecuado en cada situación haciendo uso de los buenos modales. Sino de mantener la actitud hasta en cosas más simples como el caminar.
Así como el sentarse en la silla de la oficina, el saludar a otros. La seguridad es lo más determinante y memorable del estilo masculino personal.
5. Valórate
Finalmente, recuerda que: no todas las prendas están al alcance de tu presupuesto. Tampoco todas te favorecen o despiertan halagos. Y por supuesto no todas están siempre vigentes. Pero nada de esto impide que seas leal contigo mismo.