4. Sigue el método Feng Shui en tu cocina. Ser desordenados nos hace engordar. Sin darte cuenta, puedes boicotear tu dieta según lo despejada que tengas la cocina. La manera en la que está distribuida la encimera puede marcar la diferencia entre engordar y adelgazar. En esto consiste la dieta Feng Shui. Los estudios determinaron que quienes tenían los cereales del desayuno y los refrescos a la vista pesaban hasta 10 kilos más que quienes no. Mientras que los que tenían frutas, 7 kilos menos. ¿Sorprendido?
Gestos tan significativos como no tener a la vista el tostador, no almacenar más de dos latas de refresco en la nevera y guardar los cereales y las galletas en el armario más alto, pueden ayudarte (y mucho) a lo largo de la semana.
5. Practica a diario los 5 ejercicios de la eterna juventud. Programa tu alarma cada mañana 10 minutos para trabajar los chakras más esenciales. Se trata de sencillas asanas que desbloquean los distintos puntos de energía del cuerpo. Notarás que con el paso de los días te levantarás de la cama a la primera (sin apagar la alarma una y otra vez) con energía y buen humor. Es importante hacer desaparecer la ansiedad de tu mente no solo cuando estés a dieta, siempre.