El mar Mediterráneo, este pequeño mar que ha visto florecer y morir a muchas de las civilizaciones antiguas, no tiene nada que envidiar a ninguno de los cinco grandes océanos del planeta Tierra. ¿Sabías que su nombre significa “mar entre tierras” en latín?
El mar Mediterráneo ocupa menos del 1% de la superficie oceánica del planeta, pero en sus aguas pueden encontrarse más de 17.000 especies distintas, las cuales representan más del 6% del total de especies marinas que habitan en el planeta.
Además, también es sorprendente que un 20% de las especies viven única y exclusivamente en el Mediterráneo, como por ejemplo la famosa planta marina Posidonia o la foca monje. Es por estos motivos que se le considera un punto caliente de biodiversidad.
Otro dato curioso es su profundidad. Mientras que tiene una profundidad media de unos 1.500 metros, su profundidad máxima no tiene nada que envidiar a los océanos: en la fosa de Matapan (Grecia) alcanza una profundidad absoluta de más de 5.200 metros. De hecho, es el mar cerrado más profundo del mundo.