Las mujeres comenzaron a liberarse, a ser más independientes y lograr que fueran ellas las que decidieran sobre su sexualidad. No se trataba de la decisión de su marido que buscara placer o tener hijos, sino buscar el placer propio a través de diferentes técnicas que la hicieran, por fin de siglos, experimentar el orgasmo femenino. Descubrieron el clítoris, el punto G, cómo disfrutar sus senos, los besos, las caricias y más. Los hombres también se preocuparon por ellas. Por primera vez se excitaban cuando ellas también lo hacían, intentaban retardar sus orgasmos para propiciar el de su pareja y querían intentar nuevas posturas sexuales para darle más placer.
Poco a poco probamos nuevas cosas, juguetes sexuales, técnicas, juegos eróticos, fantasías y lo que se nos ocurriera para saciar nuestra sexualidad. Descubrimos aquello que funcionaba y lo que se volvía monótono y nada excitante. Algunas posiciones nos hacían disfrutar más que otras y como siempre, un Top Ten de las mejores apareció. Te lo decimos para que logres el mejor orgasmo femenino de tu vida.