El diseñador colombiano Edgar Carrascal, por otro lado, se dedicó a hacer una desestructuración total de la camisa masculina. Como tema eligió la rosa azul, elemento que simboliza sus sentimientos hacia las dos ciudades de su vida (Medellín y Barcelona), y que apareció tanto estampada en el tejido, como recortada en 3D y cosida sobre las prendas. Blancos, negros y azules monopolizaron la gama de colores, con algún que otro destello plateado y dorado.
La marca Brain & Beast hizo gala de su particular sentido del humor con Maniac, un desfile-espectáculo con mensaje: «Don’t let fear stop your dreams». Una llamada a superar nuestros miedos y fobias mediante camisas de fuerza, rayas a lo Freddy Kruger, hilos rojos imitando ríos de sangre o guiños a películas como Saw o La Naranja Mecánica.
Igual de genial y divertida fue la colección de Krizia Robustella basada en los Osos Amorosos, los cuales adquirieron el rollo urbano y hiphopero que caracteriza a la diseñadora. Tonos pastel, sudaderas oversize de neopreno y tejido furry, gorras con orejas y el estampado original de los famosos dibujos animados llenaron la pasarela de una ternura muy sporty.