Una investigación revela que los miembros activos de esta red social tienden a incrementar su esperanza de vida.
Un equipo de sociólogos de la Universidad de California en San Diego ha comparado la actividad de 12 millones de usuarios en Facebook con los registros del Departamento de Salud Pública de ese estado y ha llegado a la conclusión de que interactuar de forma habitual en esa web se relaciona con una mayor esperanza de vida y un menor riesgo de mortalidad.
Los científicos conocen desde hace tiempo el vínculo entre unas relaciones sociales ricas y variadas y un mejor estado de salud, pero es la primera vez que se observa que sucede lo mismo cuando las amistades se mantienen en contacto a través de las redes sociales.
William Hobbs, uno de los autores del trabajo, añade un matiz importante a los resultados: «Relacionarse online parece saludable cuando se hace moderadamente y complementa los encuentros cara a cara. Pero puede ser nocivo si pasamos demasiado tiempo conectados y alejados de la vida real».