O mejor dicho, las series con los mejores cultos, que no es lo mismo. Porque los protagonistas del recorrido catódico que emprendemos hoy son en realidad los fans. Las ficciones de las que hablamos son mejores o peores creativamente, han tenido mayores o menores triunfos, pero coinciden todas en lo mismo: los fandoms generados alrededor de ellas se cuentan entre los más apasionados que recordamos. No solo han visto y defendido sus series con gran pasión, sino que además han influido a veces en su devenir argumental y han participado incluso en sus posteriores resurrecciones y producciones paralelas. ¿Echáis en falta alguna?
Supernatural
Una de las series más longevas aún en emisión, de las que con mayor fervor se siguen, y hasta de las más shippeadas (por si no recordáis el término, shippear es pedir rollo para los protas; ¡y eso que son hermanos!). La apuesta era sencilla -dos buenorros, Sam y Dean Winchester, que luchan contra demonios y otras criaturas sobrenaturales- pero lleva dando guerra desde 2005. Supernatural es un imprescindible del género fantástico actual y sus fans se entregan como tal.