Entre otras prácticas, el ejercicio y la dieta son actividades atractivas para un gran número de personas que quieren llegar a sus hogares y verse bien en el espejo. Sin embargo, estas y otras prácticas no solo traen beneficios externos al individuo. Por ejemplo, estas personas podrían no tomar en cuenta los increíbles cambios positivos en los niveles de colesterol bueno que trae llevar una vida saludable y activa.
Las Lipoproteínas de Alta Densidad son aliados imprescindibles en el gran objetivo de estar sano y disfrutar de la vida al máximo. Sigue estos pasos y mejora tus niveles de colesterol bueno, al mismo tiempo que reduces los riesgos que el colesterol malo trae para la salud.
1. ¡Conocer tus niveles de colesterol es la clave!
El primer paso a seguir es tan simple como saber cuáles son tus valores de colesterol y si están o no dentro de los parámetros normales. Para ello, acude a tu centro médico más cercano y pide un perfíl lipídico. En este análisis, verás tres datos cruciales: el colesterol total, el colesterol bueno o por sus siglas en inglés HDL (High-Density Lipoprotein) y el colesterol malo o LDL (Low-Density Lipoprotein). Los valores considerados como estándar de colesterol total no deben pasar de 200 mg/dl y los de HDL deben circundar los 60 mg/dl.
2. Deshazte del colesterol malo
En la vida, pocas tareas se resuelven sentado en un sillón. En efecto, mantener o mejorar tus niveles de colesterol dependen de tus actividades en el día a día, y el ejercicio o la mínima actividad física es crucial.