Es un hecho: el café es la bebida más popular y consumida del mundo. Sin ir más lejos, se calcula que a diario se beben a nivel global unos 400.000 millones de tazas de la bebida negra.
Son muchos los que lo toman para despejarse, estimularse o por puro placer, pero la buena noticia es que el café puede ser también un buen aliado para perder unos kilos, ventaja que podría así compartir con el té verde.
Y es que son muchas las propiedades de la bebida que se obtiene a partir de las semillas tostadas del cafetoque podemos enumerar.
En primer lugar, su efecto diurético nos ayuda a evitar la retención de líquidos, uno de los objetivos de toda dieta de adelgazamiento. Su contenido en cafeína, ácidos cafeicos, teobromina, la asparagina fomenta la diuresis o pérdida de líquido.
Esto ocurre cuando se produce un desequilibrio en el nivel de líquidos del organismo, cuando los vasos sanguíneos, responsables del transporte del agua por nuestro cuerpo, vierten demasiada agua sobre los tejidos corporales o bien cuando éstos retienen el agua y no son capaces de devolverlo a los vasos sanguíneos.En las dietas se suelen tomar estos compuestos en un suplemento de pastillas, pero debe hacerse bajo prescripción médica porque la cafeína no esta indicada para personas que sufren de hipertensión, acidez, arritmias, problemas de hígado, etc.
El café y la aceleración del metabolismo
La cafeína tiene otras propiedades como la aceleración del metabolismo, que también actúa contra la obesidad. El metabolismo es el conjunto de procesos físicos y químicos que se producen en el cuerpo cuando ingerimos alimento para transformarlo en la energía necesaria para nuestra actividad diaria.