Tan verde, natural y viva, la ensalada es un plato típico de la cultura mediterránea. Nos aporta frescura y confianza. Puede resultar tanto un primer plato espectacular como un acompañante ideal y ligero siempre y cuando lo acompañemos con un aliño a la altura de sus dotes nutritivas.
El aceite de oliva virgen extra, indispensable
Un chorrito de aceite de oliva a tu ensalada te aportará alrededor de 100 calorías a base de buena salud, buena felicidad y buen tipo. El contenido de ácidos grasos omega 3 que contiene el aceite de oliva sirve tanto de transporte para deshacernos del colesterol como material para la síntesis de serotonina y ayudarnos a enfocar la vida con una mirada más esperanzadora y feliz. Las últimas investigaciones demuestran que los ácidos grasos omega 3 ayudan a utilizar las reservas de grasa facilitando su eliminación.
El vinagre, para gustos los sabores
Existen multitud de tipos de vinagre para aderezar nuestra ensalada. El que más beneficios nos aporta si estamos intentando mantener la línea es el vinagre de manzana. Sus cualidades estimularán la digestión de las grasas favoreciendo el tránsito intestinal y la saciedad. Otro buen aliado como sustituto al vinagre de manzana es el zumo de limón, rico en vitaminas dará un toque a tu ensalada y defenderá con ahínco tu salud digestiva.