Aunque la tendencia de esta temporada en calzado viene marcada por lo deportivo, siempre debemos tener en nuestro armario algún que otro par de zapatos más formales.
Tal y como hacemos con la ropa, nuestro calzado también debe adecuarse a la llegada del buen tiempo. Olvidémonos de primeras de esos zapatos totalmente cerrados y más bien pesados que tan bien lucimos en invierno. Ahora es el turno de zapatos más ligeros y de tonos cálidos.
La tendencia de este año viene a través del color. Los tonos llamativos y estridentes también llegan al calzado. Zapatos azul cielo, rojos, amarillos. De primeras pueden parecer demasiado atrevidos, pero van a conseguir dotar nuestros looks de una aire fresco y original.
Eso sí, siempre nos va a venir bien tener en el armario unos zapatos negros o/y marrones, básicos para combinar y sacarnos de un apuro. Otro aspecto con el que juegan los diseños este año es la combinación de diferentes tejidos, colores o estampados en un mismo zapato. La intención es que no pasen desapercibidos y sean una prenda clave de nuestros estilismos.