Desde siempre el “made in Germany” ha sido sello de calidad, una percepción de que nos encontrábamos ante algo mejor. Un coche Mercedes, una motocicleta BMW o un lavavajillas Bosch… Esa aureola de la calidad Bávara. Pues en el sector de los relojes no son el número uno (en esto, el chocolate y las cuentas “B” los suizos son los primeros) pero se acercan y mucho.
[pullquote]Los relojes alemanes destacan por sus acabados y su máxima es ‘calidad y precisión ante todo’[/pullquote]La proximidad entre Suiza y Alemania ha permitido un intercambio cultural, comercial y social muy extenso, tanto que el norte de suiza, germanoparlante, ha sido la fábrica de relojes para el mercado alemán. Esto queda claro en ejemplos como la casa relojera Internacional Watch Company (IWC), que por estar ubicada tan cerca de Alemania (Schaffhausen) sufrió un bombardeo aliado durante la Segunda Guerra Mundial.
Este intercambio entre ambas naciones ha permitido crear un incipiente grupo de empresas relojeras alemanas que se abren camino en el mercado internacional. Su lema, calidad y precisión ante todo.