La personalización de los relojes es tan antigua como los mismos relojes de pulsera. Llámale marketing, llámale coleccionismo… Llámale como quieras, pero vemos el reloj como un complemento de moda y queremos que a través de él se nos asocie a un territorio, empresa, club deportivo…
[pullquote]De la alianza entre las dos marcas italianas nacieron unos modelos preciosos, aunque resultaran ser un fracaso comercial[/pullquote]El caso del que vamos hablar hoy, seguramente gustará mucho, dado que a diferencia de un servidor, a la mayoría de los lectores de Hombre Moderno les encantarán los coches deportivos, la F1 y la competición sobre el asfalto en general. Hoy vamos hablar de los relojes Ferrari.
La marca del cavallino rampante es símbolo de excelencia, deportividad y lujo tanto dentro como fuera de la carretera, por lo que el merchandising sobre la scuderia no tiene fin. No existe gran avenida, aeropuerto o centro comercial que se considere importante en este mundo que no tenga una tienda oficial de productos Ferrari.