El reloj es un accesorio indispensable para muchos hombres y un fetiche para otros tantos. Elegir el reloj adecuado no es cuestión solo de estética, también la funcionalidad juega un papel importante. La enorme variedad del mercado hace que a veces decidirse resulte complicado, así que en hm os vamos a dar algunos consejos útiles. Para ello tendremos en cuenta una serie de criterios.
- El movimiento. Puede ser automático, mecánico o de cuarzo. El automático trabaja con un rotor que da carga en función del giro de la muñeca. Al mecánico, sin embargo, hace falta darle cuerda. Y el de cuarzo es electrónico y funciona con pila, por lo que resulta muy preciso.
- La correa. Aquí todo es cuestión de gustos. El metal da carácter y agresividad al reloj. El cuero, en cambio, es suave, cómodo y elegante. Si eres deportista, sin embargo, el caucho te puede venir muy bien por su gran resistencia.
- La resistencia acuática. El número de atmósferas indica la resistencia de la caja del reloj a la presión del agua a medida que se va bajando. Las cifras varían según la marca, pero aproximadamente 3 ATM significan que el reloj solo resiste salpicaduras, con 5 ATM ya te puedes duchar con él, 10 ATM corresponden a un reloj apto para natación, y con 20 ATM el reloj ya toleraría el buceo. Es un factor a tener en cuenta según tus necesidades. También hay que tener en cuenta la hermeticidad del reloj y el cierre de la corona.
- Uso. La estética de tu futuro reloj dependerá del uso que vayas a hacer de él. Puede que quieras un reloj deportivo con multitud de funciones, o por el contrario, uno mucho más elegante para lucirlo en ocasiones especiales. Como buen accesorio que es, hay un reloj para cada ocasión.
- Funciones. Su diversidad depende de la complejidad del movimiento. Seguro que existen más de las que crees, pero entre las principales están: el datario, el GMT (doble o triple zona horaria), el cronómetro, el biesel (controlador del tiempo de inmersión) y el tacómetro.
- Garantía. Muy importante si vas a gastarte una cifra significativa de dinero en tu reloj. Pero como siempre vale más prevenir que curar, mejor que lo trates con cuidado. Es importante someterlos a revisión cada cierto número de años, siempre en función de la caña que le des. Eso sí, úsalo y no lo tengas únicamente guardado en una caja, o el aceitado se resentirá. Con las debidas atenciones, ¡un buen reloj puede ser para toda la vida!