El majestuoso trayecto entre Moscú y Beijing saboreado por el escritor y periodista Stieg Larsson continúa, y nada mejor que su relato para vivir un viaje lleno de matices y secretos.
[pullquote]La imponente estepa siberiana se plantó frente a ellos con colinas cubiertas de hierba y colores azul ultramar y gris de Payne[/pullquote]El histórico tren sigue avanzando hasta llegar a uno de los puntos más impactantes de todo el viaje. El inmenso lago Barkal, prácticamente similar al tamaño del Golfo de Botnia, ofrece una imagen de postal tras otra. Stieg Larsson, autor de la saga Millenium, expresa su alivio al sentir el frescor de sus gélidas aguas azuladas, después de cuatro días encerrado en un vagón con temperaturas de alrededor de 30 grados.
El lago Baikal es una reserva natural única en riquezas de vida animal y vegetal, pero la contaminación ambiental también ha llegado a este entorno bendecido por la naturaleza. Hace algunos años llegó a los márgenes del lago una planta de celulosa; los lugareños exigieron furiosos que la empresa construya una potabilizadora de dimensiones más grandes que la propia fábrica; lo lograron, pero igualmente el entorno se vio afectado.