Las causas a las que aquellos trabajadores que conviven diariamente en un ambiente laboral negativo, les atribuyen el mismo, son de lo más variopintas, y están llenas de culpables. Sin embargo, los expertos apuntan que para transformar dicho clima, cada persona debe resolver sus propios conflictos internos. Por esto, resulta fundamental que nos preguntemos: ¿Somos realmente buenos compañeros de trabajo?
[pullquote]¿Ninguna de las personas que conviven contigo durante ocho horas diarias te saca de quicio?[/pullquote]Piénsalo bien. ¿Estás en condiciones de asegurar que no sientes antipatía crónica o no le guardas algún rencor a algún compañero de trabajo? ¿Puedes afirmar que nunca te invaden pensamientos negativos e incluso malintencionados sobre alguien que trabaja contigo y no terminas de digerir? ¿Ninguna de las personas que conviven contigo durante ocho horas diarias te saca de quicio aunque te esfuerces por no demostrarlo? ¿No sientes ninguna afectación del ánimo con el victimista ni con el graciosillo ni con el soberbio, ni siquiera con el que compite aguerridamente contigo y se esfuerza por dejarte mal parado frente al jefe?