La historia de los Estados Unidos de América es tremendamente breve. No la de sus nativos originales, claro, hoy parte residual de su población total, pero sí la de sus inmigrantes, sin los cuales el país no tendría nada que ver con lo que conocemos hoy en día.
[pullquote]La serie adapta clásicas leyendas de terror con origen claramente europeo y, sin aportar grandes novedades, ofrece tensión, angustia y diversión a raudales[/pullquote]De hecho, los primeros colonos llegaron a sus costas sobre el año 1600, así que, en total, poco más de 400 años de historia, una miseria si los comparamos con algunas naciones europeas o asiáticas.
Por ese motivo los estadounidenses, al carecer de tradiciones y leyendas estrictamente propias (tras aniquilar y borrar todas las de sus tribus indias, hoy desterradas a míseras reservas), se han empeñado siempre en hacer suyas algunas de las que los inmigrantes que llegaban al país traían consigo. Y hay que reconocerles que en eso tienen cierta habilidad. La fiesta de Halloween, por poner un ejemplo, no es más que un reciclaje de nuestro día de Todos los santos, convertido en un festival de colores, divertido y totalmente desmadrado, cuando originalmente (que se lo digan a nuestros abuelos) era algo más bien triste y siniestro.
