Aún con mucha experiencia en el ámbito laboral y con buena cantidad de entrevistas sobre nuestras espaldas, no es atípico que frente a un nuevo cara a cara para intentar conseguir un puesto de trabajo que realmente nos importa, nos hagamos no pocas preguntas sobre si nuestro CV, nuestra imagen y desenvolvimiento, serán suficientes para lograrlo.
La incertidumbre sobre cómo será la persona que nos entrevistará, qué valorará prioritariamente, y en cuál, de toda la información que llevamos a cuestas, se centrará, implicará un tintineo constante en nuestra cabeza, hasta el mismo momento de sentarnos frente a él/ella.
Pero a pesar de todo lo que nos podemos imaginar previamente al momento de la verdad, lo que nunca deberíamos perder de vista, es que, al margen de una experiencia laboral impecable y acorde con los requisitos de la tan deseada oferta, la primera imagen, mejor dicho, nuestra primera imagen, será la que cuente para el resto de la entrevista.