La reducción de los depósitos de combustibles fósiles conocidos y la dependencia de terceros países de éstos, junto a la falta de voluntad de desarrollar fuentes de energía renovable y sostenible con el medio ambiente, ha llevado a muchos gobiernos a aprobar exploraciones de hidrocarburos mediante el uso de prospecciones sísmicas en sus aguas.
[pullquote]Las prospecciones sísmicas no están exentas de impactos negativos para los ecosistemas marinos[/pullquote]De hecho, en España hay 30 áreas marinas en las que está aprobada la exploración de hidrocarburos y hay otras 12 pendientes de autorizar.
Durante las prospecciones en el mar, desde un buque especializado en esta tarea, se emiten ondas acústicas mediante el uso de cañones de aire comprimido. Estas ondas viajan por el agua, penetran el fondo marino y van siendo reflectadas por los diferentes estratos del subsuelo hacia la superficie, donde se encuentran unos aparatos llamados hidrófonos que registran estas ondas.
Estas campañas de exploración se realizan normalmente durante las 24 horas del día sin descanso y pueden durar desde 2-3 semanas hasta varios meses.
