Una de las grandes novedades tecnológicas nacida en la segunda mitad del 2013 fue, sin dudas, el novedoso Windows 8.1. Un sistema operativo renovado que llega a 230 mercados y está adaptado a casi 40 idiomas. Diseñado especialmente para un mundo marcado por la movilidad, la tecnología táctil, y la necesidad de estar siempre conectados.
Entre las incorporaciones operativas más destacables de la nueva actualización, se encuentra -a petición de los usuarios- la recuperación del botón de inicio, eliminado de la versión anterior. Además, con el nuevo sistema operativo de Microsoft, notaremos desde el principio de su uso una mayor personalización y una utilidad más familiar y sencilla, propiciado por la nueva opción de ver de un solo vistazo todas las apps disponibles.
Los iconos del escritorio son susceptibles de modificarse desde múltiples aspectos y a gusto del consumidor: modificar tamaños, poner nombre a cada una de las secciones desde personalizar, y seleccionar el fondo de escritorio con atractivos predeterminados de color y animación, entre otros.
