Hemos llegado a un punto de la evolución tecnológica, que si hace 15 años no podíamos prescindir de los distintos aparatos o dispositivos que nos satisfacían una necesidad digital o automática, ahora los queremos a todos en un mismo aparato.
Y teniendo en cuenta que en este campo no existe una conformidad definitiva del espíritu humano, los productores de tecnología se empeñan sin descanso en crear nuevos juguetes para contentarnos, y fieles a este espíritu, no vemos la hora de tenerlos en nuestras manos cuanto antes.
Aunque el paralelismo parezca un tanto absurdo, no viene mal acordarnos de los pensamientos de J.R.R. Tolkien, refiriéndose a su obra maestra El Señor de los Anillos.
“Un anillo para gobernarlos a todos, un anillo para encontrarlos, un anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas”. A pesar de que las prestaciones que nos ofrece la tecnología actual, está muy lejos de atarnos en las tinieblas, el encargado de llevar a la práctica la infame labor de unificar todas las funciones de sometimiento en un solo anillo fue Sauron.