Aunque las hay, no son muchas las cosas más importantes que forjarnos un futuro lo más promisorio posible desde el punto de vista profesional y laboral. Sin embargo, vivimos una época de cambios y vaivenes constantes, tanto de las economías locales y regionales como de la demanda laboral.
Esta inestabilidad repercute directamente en la formación profesional, y en su grado de variabilidad e inserción dentro de una demanda de trabajadores técnicos mayormente cambiante.
Es por esto, que hasta las que hace poco se consideraban profesiones “de primer nivel”, y por ende con salida laboral prácticamente asegurada, como es el caso de arquitecto, ingeniero de caminos o contable, ahora están inmersas en la misma incertidumbre que sufren otra larga lista de profesiones.
En esta coyuntura, los investigadores de esta compleja situación recuerdan que no debemos dar por hecho que las profesiones consideradas de más alto nivel de nuestros días, serán las más requeridas o las mejores remuneradas dentro de 20 años.
