Sería casi un despropósito sostener que los espectaculares coches actuales dejan una deuda en sus aspectos mecánicos y tecnológicos y que es necesario mejorarlos para que convenzan a sus conductores. [pullquote]Semejante flujo de ideas ya ha tenido sus primeros resultados y estos no son de los que pasan desapercibidos[/pullquote]Con algunos modelos puntuales puede ser que sea así, pero no es la tónica general; de hecho, es más bien la contraria.
Aún frente a esta realidad evidente en el mundo de las cuatro ruedas, los ingenieros, diseñadores y expertos no dejan de barruntar y hasta plasmar los resultados de su imaginación respecto a lo que pretenden aportar a los coches del futuro. Semejante flujo de ideas ya ha tenido sus primeros resultados y estos no son de los que pasan desapercibidos.
No podemos omitir que las grandes motivaciones de los genios del motor futurista están centradas en el traspaso de los combustibles alternativos a los fósiles. La propulsión a hidrógeno y electricidad se encaminan a la consolidación y a la eficiencia a partir del año que viene, pero los diseños y la tecnología casi de ficción, también son objetivos prioritarios en los coches del futuro.