Tras lo sucedido años atrás en Chicago, los transformers han pasado de ser aliados a una amenaza perseguida por el gobierno. En medio de este panorama, el inventor Cade Yeager se hace con un destartalado camión que tiene intención de revender una vez lo desmonte o de restaurarlo, sin saber que en realidad lo que guarda en su granero es Optimus Prime, el líder de los autobots y pieza clave en el destino de los robóticos alienígenas y de la humanidad.
[pullquote]La cuarta de ‘Los Transformers’ es un blockbuster calculado al milímetro que por lo menos es honesto y te entrega lo que promete[/pullquote]Tras el “descanso” que supuso para la carrera de Michael Bay la película Dolor y dinero, este retoma la dirección en la que ya es la cuarta entrega de la exitosa franquicia basada en la colección de juguetes de Hasbro, haciendo lo que mejor sabe.
En Transformers: La era de la extinción podemos encontrar todo el catálogo de recursos que hacen reconocible el estilo Bay y que casi convierten su cine en un subgénero por sí mismo. Me estoy refiriendo al abuso de cámaras lentas, planos picados y contrapicados o el uso de grúas.