Tras una serie de desafortunados sucesos, el antiguo sicario Jimmy Conlon (Liam Neeson) dará muerte al hijo de su jefe y amigo Shawn, (Ed Harris) para salvar la de su propio vástago Michael (Joel Kinnaman).
[pullquote]Es sin duda la mejor de las cintas que nos ha brindado hasta la fecha el dúo Collet-Serra/Liam Neeson[/pullquote]Ante la negativa del mafioso de perdonar la deuda de sangre, padre e hijo deberán olvidar viejas rencillas, para juntos, huir de los matones, de la policía y lograr sobrevivir a una noche tras la que nada será igual.
Tercera ocasión en que el tándem Jaume Collet-Serra/Liam Neeson se unen para entregarnos un thriller de acción. Y tras Sin identidad y Non-Stop parece que la maquinaria ha acabado por engrasarse y todas las piezas encajar a la perfección, pues tenemos sin duda, la mejor de las cintas que nos ha brindado hasta la fecha este dúo.
Empezando por el guión, la historia no cuenta nada que no hayamos visto en otras ocasiones, pero el retrato que ofrece de Nueva York y lo fácil que perfila con unos sencillos trazos y diálogos a los personajes, hace que todo lo que vemos en pantalla nos resulte totalmente verosímil y muy agradable de ver.