A punto de cumplir los 16, con un nuevo curso por suspender y sus padres camino de la separación, Darío, decide escaparse de casa y vivir por su cuenta. Cree que podrá con todo y con todos, que ya sabe mucho de la vida y las personas, pero está a punto de descubrir que no todo es tan sencillo.
[pullquote]La ópera prima de Daniel Guzmán es una propuesta interesante para los que busquen un cine más cercano y alejado de los artificios[/pullquote]Quien fuese un rostro popular en la pequeña pantalla con series como Menudo es mi padre, Policías o Aquí no hay quien viva, el actor Daniel Guzmán debuta con A cambio de nada en la dirección de largometrajes. Y lo hace, salvando las distancias, con un trabajo que recuerda bastante a Barrio, de Fernando León de Aranoa.
Como aquella, nos presenta una historia que va oscilando entre la comedia y el drama para narrarnos el verano del joven Darío, en un barrio de la periferia de Madrid. Ofreciéndonos un retrato fresco y realista de la ciudad, a través de los ojos de un adolescente muy mayor para unas cosas, pero demasiado niño todavía para otras.