¿Aversión obsesiva, temor intenso e irracional, odio o repudio intensa, antipatía, desconfianza, inconformidad o discriminación hacia los hombres o mujeres homosexuales?… Esto no es una patología mental. Es homofobia: la fobia a los homosexuales. Y pese a los esfuerzos mundiales por el respeto, la igualdad y la libertad de los individuos, se sigue extendiendo hacia los grupos de diversidad sexual, más allá de los gays y lesbianas. Estos son los tipos de homofobia que debes conocer.
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Homofobia cognitiva
Relacionada con ideas estereotipadas, creencias negativas, conceptos peyorativos o prejuicios infundados de toda índole hacia la comunidad LGTB. Tales como: “tienen VHI”, “son viciosos”, “son promiscuos”, “son infieles”, “sólo quieren llamar la atención” o “el metrosexual es gay”. En resumen, todas las ideas que asocian la homosexualidad como una condición negativa, antinatural o amoral.
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Homofobia afectiva
Relacionada con sentimientos de incomodidad o rechazo al estar en contacto con una persona de la comunidad LGTB. Por lo general en la universidad, el trabajo, en el vecindario, en la iglesia, en lugares de esparcimiento, etc. Estos sentimientos están asociados con sentimientos negativos como miedo, asco, vergüenza o lástima. Incluso al ver las muestras de afecto entre una pareja homosexual que transita en la calle.