No, no es cosa de raros. Todos tenemos momentos en los que estamos caminando por una plaza, un parque o un lugar público (incluso en el metro) y vamos cachondos, con deseos explosivos de tener sexo, y ganas de tocar, besar y desvestir al primer chico guapo que nos pase por un lado.
Esta práctica existe desde hace mucho tiempo y se conoce hoy en día como Cruising. Comúnmente en el ámbito LGBTI, el término en inglés se usa para definir a la búsqueda de manera anónima y mientras se camina, de actividad sexual en lugares públicos (como parques, playas, calles solas y oscuras, parkings, entre otros). Esta práctica suele ser muy común entre varones homosexuales.
Estos escenarios causan a la mayoría de los participantes mucho morbo, por el simple hecho de poder establecer contacto sexual con desconocidos en lugares públicos y con la posibilidad de ser vistos por otros que también buscan lo mismo. Y es que, es una práctica que se ha puesto de moda sobre todo para los turistas y visitantes que buscan tener experiencias diferentes en ciudades en donde abundan playas y parques.