Todos sabemos lo difícil que puede llegar a ser cambiar los hábitos que tenemos o comenzar con otros nuevos. Son conductas que viven con nosotros y que, aunque a veces no nos demos cuenta, llevamos a cabo de manera automática, aun cuando no nos proporcionan ningún beneficio (o, en el peor de los casos, nos perjudican).
Estos hábitos o manías son muy comunes en muchos de nosotros: el primer paso para poder cambiar ese mal hábito que tienes es identificarlo y reconocerlo. A continuación hablamos de nueve de esos malos hábitos que pueden terminar pasándonos factura: ¡estamos a tiempo de corregirlos!
Moverte solo cuando vas al gimnasio
Si echamos cuentas es muy posible que al final del día pasemos más horas sentados que de pie: vamos al trabajo en coche o en transporte público, llegamos y nos sentamos en nuestro puesto (y de ahí no nos mueve nadie), volvemos a casa y nos sentamos en el sofá a ver la tele… El cuerpo humano está diseñado para que nos movamos, y lo hacemos mucho menos de lo que deberíamos.