En un gimnasio podemos encontrar un amplio número de aparatos y objetos que nos ayudan a realizar un entrenamiento muscular completo: mancuernas, pesas individuales, bancos, barras y maquinaria específica para trabajar partes localizadas del cuerpo.
A todo esto, podemos sumarle otros utensilios a veces desconocidos por su poca frecuencia en las salas de pesas, este es el caso de la pesa rusa, también conocida como kettlebell.
La kettlebell es una pesa con forma redonda, parecida a una bala de cañón, de la que sobresale un asa. Su origen aproximado data del siglo XVIII y fue empleada en el Ejército ruso para la realización de entrenamientos deportivos, posteriormente se extendió por otros países. A pesar de su longevidad, no son muy comunes en los gimnasios, ya que siempre han tenido mucha menos popularidad que la mancuerna tradicional.
La mayor ventaja que ofrece, frente a la típica mancuerna, es su agarre en forma de asa, ideal para realizar ciertos ejercicios y movimientos de manera más sencilla y natural. Por ejemplo: con una pesa rusa se pueden trabajar muy bien los ejercicios de hombro, ya que ésta permite la rotación completa de la mano, con menos peligro de caerse.