Sabemos que el calentamiento es una de las partes indispensables del entrenamiento, que no debemos pasar por alto sea cual sea el deporte que vamos a practicar. Nos sirve tanto para poner sobre alerta a nuestro cuerpo de que vamos a demandarle un esfuerzo extra como para minimizar el riesgo ante posibles lesiones.
Por eso un buen calentamiento debe ser completo: con él podremos comenzar a movilizar las articulaciones, elevar nuestra temperatura corporal en un par de grados y mejorar la circulación de la sangre (con los nutrientes y oxígeno que contiene) hacia nuestros músculos. ¿Conoces las diferentes fases de un calentamiento completo?
- Fase de calentamiento general: esta fase, la primera que debemos realizar, se compone de ejercicios globales a través de los cuales aumentamos la temperatura corporal y comenzamos a trabajar el sistema cardiorrespiratorio. Es la fase que solemos realizar todos cuando calentamos: caminar en la cinta, unos minuto de bicicleta o elíptica…
- Fase de calentamiento específico: esta es la fase de la que nos olvidamos muchas veces, que está formada por movimientos más específicos que nos ayudan a movilizar las articulaciones que van a participar de forma concreta en el entrenamiento y a aumentar el flujo de sangre hacia ciertos grupos musculares. Puede estar formado por los mismos movimientos que van a formar parte de nuestra rutina realizados sin peso y con un rango de movilidad menor, o ejercicios que nos ayuden a mejorar la técnica del ejercicio que vamos a realizar.
Muchas veces, cuando vamos a realizar un entrenamiento con peso en sala de fitness, simplemente pasamos unos minutos en la cinta y directamente después comenzamos con las series de ejercicios que nos tocan cada día.