Apuntarse en el gimnasio no es un simple acto de tirar de tarjeta, sino una actitud. ¿Estás cansado de apuntarte y no acudir? Averigua qué es lo que provoca esta falta de interés y descubre cómo solucionarlo.
- Apuntarnos y no acudir. ¿Cuántos de nosotros hemos pagado cuotas y cuotas para pisar el gimnasio una sola vez a la semana? Nos dejamos llevar por los impulsos del deseo de cambiar en dos meses y cambiar de forma radical es muy complicado. Antes de apuntarte al gimnasio te propongo que te plantees hacer ejercicio en casa o al aire libre al menos 3 días a la semana. Si durante un mes has sido constante en tus entrenamientos, ¡ya estás preparado para apuntarte al gimnasio y no malgastar el dinero!
- Sacarte la carrera de derecho en una semana. Una vez en el gimnasio nos inunda la motivación de querer hacer de todo y bien rápido. Al igual que una carrera es imposible sacarla en un mes, ese cuerpo que vas entrenando año tras año en estar como está, será imposible que lo moldees en solamente pocas semanas. Sé inteligente y empieza de forma progresiva y constante.
- Dejarnos aconsejar por los usuarios y no por los profesionales. Bien por vergüenza o por simple pereza, muchas veces nos dejamos guiar por nuestros compañeros de sala y aunque a veces pueden estar en lo cierto, es preferible que elijas a los profesionales para que te indiquen la pauta de cada ejercicio y te planifiquen un entrenamiento semanal, ¡para eso están!
- Abusar del peso. El peso de cada mancuerna es diferente dependiendo de quién lo soporte. Debes conocer tus limitaciones y si estás empezando no optes por sobrecargar tus músculos ni articulaciones. Es mejor una técnica bien hecha con poco peso, que tener que compensar con otros músculos para soportar la carga.
- No buscar herramientas. Es normal que la pereza aflore de vez en cuando y prefieras quedarte en casa viendo la televisión. Tu cuerpo está acostumbrado a esa vida anterior y el cambiar de rutina provoca estrés y miles de pensamientos que te intentan autoconvencer para que lleves la vida de siempre. Busca alternativas que te estimulen y motiven: un compañero de gimnasio, ropa nueva para entrenar, una lista de música para tus actividades…
Me ha apasionado este artículo y nunca había leído una opinión como
esta sobre el tema, genial ! Enhorabuena