Nada mejor que un bronceado natural y progresivo mientras disfrutas de unas vacaciones a orillas del mar pero, tal vez, durante los primeros días de sol, te veas demasiado pálido y decidas utilizar un autobronceador que dé a tu piel, con rapidez, un tono más «veraniego».
Los actuales autobronceadores poco tienen que ver con aquellos primeros que teñían la piel de un artificial y poco favorecedor tono anaranjado. En la actualidad, son muchas las firmas que disponen de este tipo de productos y que, además, apuestan por autobronceadores específicos para hombres, respetando al máximo las características de la piel masculina.
Sin duda, estos cosméticos son una buena opción a la hora de tener buena cara durante todo el año y también se presentan como una eficaz solución exprés para ese ansiado primer encuentro con la playa o la piscina.
El secreto de los autobronceadores es la dihidroxiacetona (DHA). Este derivado natural de la caña de azúcar es el ingrediente principal de la mayoría de estos productos. Actúa únicamente en la superficie cutánea reaccionando con la queratina de la piel y favoreciendo la aparición de pigmentos oscuros (no activa la producción de melanina).