Si tienes prevista una escapada a alguna playa paradisíaca, perfecta para desconectar y olvidarte del frío de estos meses, tienes suerte y no necesitas tratamiento o producto alguno para presumir de un color de piel que despierte verdadera envidia. Si no es el caso, pero crees que tu imagen mejoraría notablemente con un ligero tono bronceado, puedes conseguirlo también en invierno.
[pullquote]En los meses en los que el placer de tomar el sol queda lejano, tienes distintas opciones para presumir de un color de piel que despierte verdadera envidia[/pullquote]No cabe duda que un moreno bonito y dorado resulta de lo más favorecedor. Dulcifica los rasgos y confiere al rostro un aspecto atractivo y saludable.
Durante los meses en los que el placer de tomar el sol queda algo lejano, tienes distintas opciones para darle a tu imagen un toque extra de luminosidad que rompa con el gris del invierno. Las sesiones de rayos UVA son una posibilidad, tanto para adquirir «buen color», como para mantener el bronceado natural.