Sheril Kirshenbaum, una joven científica de la Universidad de Texas -autora del libro La ciencia del besar-, es una experta en besos o, más precisamente, en la química que se dispara detrás del contacto de los labios de una persona con otra. Tanto ha estudiado el tema que viaja por el mundo dando conferencias y entrevistas a varios medios internacionales.
Kirshenbaum explica que no hay buenos o malos besadores, sino que, en todo caso, se trata de malas combinaciones. Pero, ¿cómo descubrir quién es el mejor besador para uno? En principio, hay que confiar en nuestro olfato. Según la experta, las mujeres en general se sienten atraídas por el olor de hombres que portan un código genético distinto al de ellas porque, de esa manera, se aseguran mejor descendencia. Es un proceso que se da a nivel inconsciente, en el que la mujer pone en juego todas sus capacidades sensoriales para elegir el mejor candidato con quien tener posible descendencia.