Un reciente estudio publicado en el The Journal of Sexual Medicine acaba de demostrar que el truco para que las mujeres estén más animadas para practicar sexo no es otro que dejarlas tranquilas durante un periodo de tiempo. En concreto, durante sesenta minutos.
Hasta ahora, algunos estudios han encontrado una relación entre la respuesta sexual y los trastornos respiratorios del sueño se traducían en problemas de insatisfacción, ausencia de fantasías eróticas e incluso disfunción sexual, pero no habían podido determinar que la carencia de excitación viniese causada directamente por los problemas durante el descanso.
Sin embargo, esta nueva investigación parece haber encontrado que no depende tanto de la calidad del descanso como de la cantidad.
Durante dos semanas analizaron el sueño de 171 mujeres y cómo la duración y calidad del mismo afectaba a sus relaciones sexuales. Para ello, se las sometió a diario a diferentes cuestionarios sobre su actividad sexual (si habían practicado algún tipo de sexo o se habían masturbado en las últimas 24 horas) y sobre cómo de placenteras y reconstituyentes habían sido las horas de descanso (número de horas que durmieron, tiempo que tardaron en conciliar el sueño, etc.).