El otro día acabé en una fiesta en un chalet con piscina. Era esa clase de evento organizado por el primo del vecino del amigo de tu amiga a la que acabas invitada de rebote y vas porque «va a ir todo el mundo». Pero siempre pasa lo mismo: llegas y no conoces ni a Peter. Total, que acabas dándote a la bebida con tu amiga/el único ser del que sabes su nombre, mientras esperas a que aparezca alguien simpático que se presente y te presente a sus colegas.
[pullquote]¿Sexo normal? ¿A qué se refería con sexo normal? ¿A hacer el misionero en la cama un par de veces por semana?[/pullquote]
Tres o cuatro gin tonics después, parecía que las únicas personas a las que íbamos a conocer iban a ser los camareros que nos servían las copas y los canapés. Comentando esto en la barra, unos chicos nos oyeron y nos dijeron: «eh, pues con nosotros tres ya conocéis a cinco, y allí somos unos cuantos más».