No es que las parejas estables tengan más intimidad. Sucede al revés: gozar juntos en la cama fomenta el afecto y la fidelidad.
El sexo sin afecto puede ser una experiencia gratificante como la que más, pero muchos aseguran que la práctica se enriquece cuando hay amor. En cualquier caso, el vínculo entre la cama y los sentimientos sigue siendo bastante fuerte en nuestro imaginario. Y, en este contexto, cabe hacerse la pregunta desde el otro lado: ¿es mejor el amor cuando hay sexo?
Algunos estudios señalan que, por lo menos, se consiguen parejas más estables. Esto se debe a una cuestión puramente química: la oxitocina que se produce en nuestro cerebro durante la excitación y el orgasmo. Un estudio realizado por la Universidad de Bonn (Alemania) demostraba que esta hormona estimula el contacto entre las parejas y que, gracias a las relaciones sexuales, se consiguen mantener altos sus niveles, potenciando la relación sentimental, aumentando el atractivo de la pareja y fortaleciendo vínculos que favorecen la monogamia.