Con la llegada del buen tiempo, el calor se sofoca en el agua. Y con esto no solo nos referimos a un chapuzón en la piscina para refrescarnos. Practicar sexo acuático es una de las fantasías más comunes tanto entre los hombres como las mujeres. El agua aligera nuestro peso, posee un efecto relajante y nos permite rendirnos al placer.
Tanto la playa, como la piscina tienen un gran poder erótico y son lugares hot para ir con tu pareja. Juntar vuestros cuerpos mojados es una sensación súper sexy, y esto unido al movimiento del agua, hará despertar todos tus sentidos. Eso sí, además de ser óptimos terrenos de cultivo de bacterias, tanto el cloro como la arena pueden producir irritaciones en las zonas íntimas. A parte de ser lugares públicos, así que ¡mucho cuidado con los voyeurs!
El ambiente erótico que genera un jacuzzi es indescriptible. La espuma, las burbujas, el vapor y los chorros de agua a presión convierten el sexo en una experiencia aún más sensual y placentera. En este sentido (comparaciones a un lado), una ducha o un baño con tu pareja también pueden ser muy sexys si creas el ambiente adecuado.
El agua facilita la práctica de ciertas posturas que habitualmente resultan un poco incómodas. En hm te proponemos un pequeño kamasutra con algunas de las posiciones sexuales que mejor se adaptan al sexo en el agua.