¿Harto del misionero, el perrito y la cuchara? En hm hoy te explicamos las posturas más bizarras del Kamasutra. Posiciones raras o que requieren de una cierta habilidad física, divertidas y útiles para romper la rutina. Y si no salen, no hay por qué preocuparse: al menos os habréis reído un rato intentando hacer equilibrios. ¡Lo importante es experimentar!
- El cajón. Tu pareja debe apoyar los antebrazos y aferrarse a una cómoda, a la cama o a cualquier mueble que tenga una cierta estabilidad. Sitúate detrás de ella y cógele una pierna, levantándola casi a la altura de tus caderas. Con solo unos pequeños movimientos oscilatorios sentiréis un gran placer, debido al particular ángulo de penetración de la postura. Truco: jugad con los músculos, contrayendo el abdomen, para aumentar el equilibrio.
- El balancín. Sobre una mesa robusta en la que podáis tumbaros los dos, acuéstate tú de espaldas levantando las piernas. Tu pareja, mirando al lado contrario, debe ponerse de rodillas apoyando las manos en el mueble. El movimiento que deberéis hacer, una vez ya alcanzada la penetración, es simplemente balancearos. Truco: usad almohadas o cojines, os evitaréis dolores de espalda y rodillas.
- El banco. Esta es la variante acrobática de la postura del loto, para la cual son necesarios dos soportes sólidos y estables, o la caída será más que probable. Uno en frente del otro, apoyad las manos en vuestro asiento y los pies en el contrario. Como en el loto, ella va encima, pero la complicación de estar suspendidos en el aire hará que os concentréis mucho más en los movimientos. Truco: a menos que seáis artistas de circo, trapecistas o gimnastas, la velocidad no será un plus. El secreto está en realizar respiraciones profundas, cuyos efectos sobre el placer están absolutamente probados.
- La rana. Tenéis que conseguir que ella parezca una rana a punto de saltar al estanque, mientras tú, de pie, la sujetas de los brazos por detrás. La penetración que se consigue con esta postura es profunda, pero obviamente, es imposible mantenerla durante mucho tiempo. Truco: Difícil, sino imposible, que se suba encima de ti sin antes apoyarse en la cama. Una vez allí, en posición renacuajo, entrelazad los brazos y deja que apoye sus pies en tu antebrazo. Haz un poquito de fuerza, ayudándote con los abdominales… y voilà!
- El columpio. Puro vértigo, no la practiques si tu chica es de las que se marea solo con ver los loopings del Dragon Khan. Tú, de pie, la coges por los brazos mientras ella está boca arriba y con las piernas en alto, formando un ángulo de 90 grados. La sensación de estar suspendida en el aire y con la cabeza colgando le hará sentir que pierde el control. Truco: dile que grite, como si estuviera en una montaña rusa. Será la mejor manera de expresar lo que siente.
Todas estas posturas no son nada fáciles y requieren de técnica y precisión. Practicando se hace al maestro, así que ponte manos a la obra. Eso sí, toma más precauciones de las usuales y ten en cuenta posibles caídas. ¡Estamos hablando casi de sexo extremo!