Supongo que debería presentarme, porque muchos de los que habéis pasado por aquí no habíais visto antes esta sección. Podéis llamarme Dana. Sí, soy una mujer y hace seis meses que lo dejé con mi ex, pero tranquilos, esto no va a ser un rinconcito para llorarle ni para fomentar el odio a los hombres.
Si seguís conmigo, intentaré descubriros las entrañas y artimañas de una mujer sexualmente activa para que podáis entendernos un poquito mejor… o al menos pasar un buen rato. (¡Si no de qué iba a contaros yo mis más oscuros secretos!).
Como os decía… hace seis meses lo dejé con mi ex. Era el típico tío cobarde. Y digo típico porque desgraciadamente me he encontrado con más de uno incapaz de afrontar la verdad, insistiendo en defender una mentira que pasados tres años, no se aguanta por ningún lado.
Por suerte, la vida tiene esas pequeñas descargas de realidad virtual que te dicen que, definitivamente, tu pareja tiene un problema con el sexo. En el fondo, he crecido pensando que todos los hombres lo tenían, pero al consultarlo con mis amigos, había síntomas sospechosos que iba más allá de lo que podríamos llamar “obsesión media” del hombre por el sexo: ese consumo insaciable de porno a todas horas y de todos los tipos, conversaciones calientes por internet con varias amigas suyas, mentiras y excusas para poder verlas sin que yo me enterase… ¿Cómo pudo justificar durante tres años esa actitud? Bueno, ya sabréis que no hay mayor ciego que aquel que no quiere ver. Y el amor es un gran manipulador de la realidad.