Toparse con un hombre al que le gusta alardear de cuánto dura en la cama es una misión sencillísima. Hay tantos de esos que dicen que pueden aguantar horas que si, por cada uno muriera un gatito, éstos acabarían en peligro de extinción.
Pues bien, después de leer este artículo, todos ellos van a querer retractarse de sus palabras. Porque, según un estudio de la Universidad Estatal de Pensilvania (comunmente conocida como Penn State), el mejor sexo no dura ni una, ni dos, ni tres horas, sino mucho menos.
El equipo de investigación, liderado por Eric Corty y Jenay Guardiani, entrevistó a unos 50 médicos, psicólogos, terapeutas, trabajadores sociales y enfermeras pertenecientes a la Sociedad para la Terapia y la Investigación Sexual (SSTAR). Con los datos de los pacientes a los que éstos habían tratado durante décadas, se hizo una clasificación de los tiempos que las parejas empleaban en sus relaciones sexuales.
La conclusión que extrajeron es que la duración del coito perfecto es más breve de lo que generalmente se cree. De hecho, el estudio asegura que un polvo que dura de 14 a 30 minutos (entre el comienzo de la penetración y la eyaculación) es ya demasiado largo.