Los estancos podrán vender cigarrillos electrónicos, hasta ahora solo disponibles en centros comerciales, tiendas especializadas o a bordo de un avión de una compañía low cost. El Comisionado para el Mercado de Tabacos considera que los populares e-cigarettes se encuentran entre los denominados «artículos de fumador».
El organismo dependiente del Ministerio de Hacienda alega que el producto en cuestión actúa como complemento o sustitutivo del tabaco convencional, y que la acción de «vapear» comparte características comunes con las de fumar, aspirar o inhalar. Por tanto, al entrar en la categoría «artículos de fumador», los cigarros electrónicos podrán comercializarse en los estancos sin autorización expresa de la administración.
El negocio de los e-cigarettes está en pleno auge, con unas ventas en Europa que superaron los 500 millones de euros en 2012. Su consumo se ha triplicado en dos años, y solo hay que fijarse en el creciente aumento de las tiendas de cigarrillos electrónicos en nuestro país.