Se veía venir y finalmente Instagram ha dado la noticia en su blog: la popular red social empezará a insertar publicidad en los próximos meses. La idea forma parte del proyecto de futuro que la aplicación pretende llevar a cabo, con el fin de transformarse en un negocio sostenible.
Instagram, que cuenta con 150 millones de usuarios, fue comprada por Facebook el pasado año. Ahora, los mil millones de dólares que le costó el filtro de imágenes a la compañía creada por Mark Zuckerberg, han de amortizarse de alguna manera.
Conscientes de la polémica y el descontento que puede suscitar esta novedad, los directivos se han esforzado por explicar con detalle en qué consistirá. A los usuarios se les mostrarán fotos y vídeos de marcas a las que no siguen, pero siempre anuncios «bellos y de alta calidad». Instagram pretende que éstos sean «agradables y creativos, como lo es la publicidad de calidad de las revistas».
