Que el alcohol no es lo más sano del mundo es algo que sabemos todos, y más tras estos días de excesos y resacas. Hasta la fecha se habían constatado sus efectos nocivos en personas que tenían una adicción de muchos años, pero un reciente estudio ha demostrado cómo éste también afecta a los jóvenes que «solo» beben los fines de semana.
Investigadores de la Universidad del País Vasco y la Universidad Autónoma de Nayarit (México) dividieron en dos bloques a una serie de estudiantes universitarios de entre 18 y 23 años: el grupo de control y el grupo de estudio. El primero, formado por jóvenes que no bebían alcohol, y el segundo por los que lo hacían los fines de semana.
Se estableció un consumo medio de alcohol de 118 gramos, lo que equivale a un litro y medio de cerveza. Los resultados mostraron un daño en el 8% de las células del grupo de control y en el 44% de las del grupo de estudio, unas 5,3 veces más.